Si hacemos cada día un mínimo de 5-10000 pasos, y en cada apoyo en una de las piernas ejercemos más carga que en la otra, es fácil de imaginar que mecánicamente nos durará menos por culpa de un desgaste prematuro por el desequilibrio.

¿Por qué es importante ir al podólogo?

Cuando andamos o corremos, nuestros pies y las articulaciones de las piernas aguantan la carga de nuestro cuerpo y nos mantiene en equilibrio. Están recubiertas de cartílago y tienen un grado de movilidad y elasticidad óptimas para no dañarse.

Los pies son bóvedas adaptativas que garantizan el primer momento de amortiguación y encima de ellos apoyamos y equilibramos todo nuestro peso.

Con los años, los cartílagos igual que el resto del cuerpo van perdiendo agua y van adelgazando en las zonas con más carga, hasta llegar al punto en que son incapaces de amortiguar y empieza el dolor mecánico. Esto que puede haber existido siempre, aparece cuando el cuerpo empieza a perder su capacidad regenerativa, es decir, en la etapa de vejez.

La experiencia acumulada durante años y las ofertas tecnológicas actuales hacen que este desgaste pueda objetivarse, medirse y tratarse.

Si te interesa especialmente el tema, también puedes echarle un vistazo a nuestro artículo publicado en el periódico “La Vanguardia” sobre cómo prevenir la artrosis en corredores, y la influencia de la pesada en todo ello (ir al artículo).

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